
Pero para poder hacer realidad
esas prácticas es necesario que nos esforcemos y nos dediquemos a planear, preparar y
realizar las actividades que ayudaran a despertar
nuestra creatividad y nos ayudara a nuestra formación como docentes pero
también como personas útiles a la sociedad, no importando las horas de salida o
llegada, las horas de camino o el cansancio,
lo importante es hacerlo bien con amor y
para los niños.
Lo que se siente cuando se da una
clase y se recibe la atención de los niños y ellos aprenden es satisfactorio
saber que todo tu esfuerzo valió la
pena, pues eso se ve recompensado con las sonrisas y las notas que ellos te
escriben.
Para poder realizar las actividades con los
pequeños es importante conocer muy bien a los niños y el contexto en que nos
encontramos pues no es lo mismo un pequeño que
vive en la zona urbana donde tiene más oportunidades de estudio y recreación , que un niño que vive en la zona rural donde las oportunidades de estudio y recreación son muchas veces
mínimas.
Al escribir en los diarios de campo recordamos como
realizamos las actividades y que situaciones graciosas o de aprendizaje
nos quedaron en el día, al relacionarnos con los niños nos damos cuenta que muchos tienen dificultades en las lectura o en la
escritura y nosotros como sus
amigos y maestros debemos ayudarles a mejorar en estas falencias, otras
de la dificultades que podemos encontrar es que muchos de los niños no tienen
un buen acompañamiento por parte de sus familias y esto dificulta un poco el
proceso de aprendizaje.
Con esto podemos concluir que la la práctica pedagógica es el escenario donde
el maestro revela su ser a través de la
enseñanza y el liderazgo.

REALIZADO POR :
Ana Maria Muñoz
Maricela Isaza
Tatiana Gonzales
Grado Undécimo B
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